Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción
Talla en Madera Estofada y Policromada
Estilo Colonial Mexicano
Siglo XVIII
134 x 60 x 35 cm

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Disponible

Descripción

Esta magnífica figura de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción proviene del rico patrimonio cultural de México. Tallada en el siglo XVIII, esta escultura representa a la Virgen María en una pose contemplativa. La veneración de la Inmaculada Concepción tiene un lugar especial en la espiritualidad latinoamericana, simbolizando pureza y gracia. Esta iconografía se refiere a la fe de que María fue concebida sin pecado desde el primer momento de su ser dentro del vientre de su madre Santa Ana y permaneció libre de pecado por toda su vida. Esta estatua encarna estas virtudes a través de su serena expresión y majestuosa postura, lo que la convierte en un hermoso testimonio de la fe y las tradiciones artísticas de México.

Los ebanistas de Puebla eran renombrados en el siglo XVIII por sus divinas representaciones en talla de madera, infundiendo en cada creación un significado espiritual y una artesanía inigualable. Esta escultura lleva el estilo utilizado en la región central de México en esa época, lo que hace probable su procedencia de un taller cercano a Puebla o la Ciudad de México. Esta área tiene una rica historia de producción de Santos, que se remonta a los principios del periodo colonial. Artesanos talentosos, influenciados por estilos artísticos tanto europeos como indígenas, tallaban estas estatuas de madera y luego las adornaban con sus asombrosas habilidades.

Manos expertas han dado forma a esta figura devocional a partir de madera, empleando técnicas veneradas como el policromado, el estofado y el encarnado. Esta estatua en particular es un magnífico ejemplo de estas técnicas. El policromado se refiere a la aplicación de múltiples capas de pintura de diferentes colores a una escultura. El estofado es una técnica especial donde se coloca una fina capa de hoja de oro debajo de un color sólido (generalmente rojo) y luego se rasgan diseños complejos ligeramente en la superficie pintada y se pulen para crear un acabado etéreo y resplandeciente. El artista también ha empleado el encarnado, una técnica utilizada para crear tonos de piel realistas. Los ojos de la Virgen están hechos de vidrio, lo que le infunde una presencia realista, invitando a los espectadores a un momento de contemplación y reverencia. Ornamentando a esta magnífica pieza hay una hermosa corona de plata esterlina, que añade a su majestuosidad y prestigio. Esta corona es un testimonio de la devoción que el dueño original sentía por la Virgen María.

Esta virgen es una verdadera rareza. Los Santos antiguos de esta calidad son cada vez más escasos y tener esta pieza es una oportunidad para conectar con la profunda fe y el patrimonio artístico de México.

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Detalles

Material/Técnica:

Madera

Medidas:

134 x 60 x 35 cm

Soporte:

Corona 18 x 20 x 20 cm

Fecha/Epoca:

Siglo XVIII

Estilo:

Colonial

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