Cristo en Cruz Rusa Ortodoxa Antigua en Bronce Original del SXVIII

Descripción

Cristo en Cruz Rusa Ortodoxa Antigua en Bronce Original del SXVIII

Esta exquisita cruz ortodoxa rusa, que data del siglo XVIII, es un testimonio tanto de la fe religiosa como de la artesanía excepcional. Fundida en bronce, presenta una rica pátina que habla de siglos de devoción. La cruz exhibe detalles minuciosos que resuenan con simbolismo espiritual y significado histórico.

Diseño y Simbolismo:
En el centro, se representa la figura de Cristo en su forma crucificada. Su sacrificio y redención son el tema central de esta representación. Ángeles flanquean la cruz, su presencia evoca protección celestial y guía. Encima de Cristo, se representa al Padre, enfatizando la Santísima Trinidad. El sol y la luna a cada lado simbolizan el orden cósmico y la eternidad. En la base, un cráneo sirve como recordatorio de la mortalidad y la promesa de resurrección.

Materiales:
Elaborada en bronce, esta cruz exhibe una meticulosa fundición y detalles. La pátina agrega profundidad y carácter, reflejando su antigüedad y reverencia.

Valor Artístico e Histórico:
Esta cruz es un raro artefacto de la tradición ortodoxa rusa, encarnando siglos de devoción espiritual. Su antigüedad la sitúa en el contexto de la historia y prácticas religiosas de Europa del Este. Como obra de arte, conecta lo sagrado y lo estético, invitando a la contemplación y la reverencia.

A diferencia de la conocida cruz latina (con una barra horizontal), la cruz ortodoxa rusa tiene tres barras. La barra superior representa la inscripción ‘INRI’ (Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos) y la inscripción colocada por Pilato en la cruz de Cristo. La barra del medio es la travesaño de la cruz, y la barra inferior simboliza el reposapiés. Según la tradición, dos ladrones fueron crucificados junto a Jesús. El que estaba en el lado derecho de Cristo se arrepintió y reconoció a Jesús como el Mesías. Este ladrón es conocido como San Dimas, el Buen Ladrón o el ladrón arrepentido. Por otro lado, Gestas se unió activamente a la multitud que se burlaba de Jesús mientras moría y se hizo conocido como el Mal Ladrón o el ladrón impenitente. La barra inclinada simboliza el camino ascendente hacia la salvación tomado por San Dimas. Su arrepentimiento y fe lo llevaron de una vida de pecado a la vida eterna con Cristo. También implica el descenso de Gestas, ya que se negó a aceptar a Jesucristo como su señor y salvador.

Esta cruz notable encapsula la intersección de la fe, la destreza artística y la historia. Es imprescindible para coleccionistas, historiadores o aquellos que buscan una conexión con lo divino en sus colecciones.