Hace años, antes de comenzar mi carrera en el arte, me encontré con un pequeño triángulo de madera en el suelo. Lo miré, y sin poder encontrar su procedencia, lo tiré a la basura. No tenía idea de lo que era o de su importancia. Esa pequeña pieza de madera guardaba un mundo de magia para la preservación del arte. Sigue leyendo para descubrir el misterio de las cuñas de bastidor y por qué son cruciales para tus obras de arte más preciadas.
¿Qué son las cuñas de bastidor?
Las cuñas de bastidor, también conocidas como cuñas de tensión, son pequeños triángulos, generalmente de madera, que se insertan en las esquinas del bastidor de un lienzo. Estas herramientas discretas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la tensión del lienzo. Cuando un lienzo comienza a aflojarse, los triangulitos se pueden insertar en las ranuras en la parte trasera de las barras del bastidor, lo que permite tensar el lienzo. Estas piezas de madera son los pequeños titanes que mantienen tu lienzo firme y libre de arrugas.
¿Cómo funcionan?
La mecánica de las cuñas de bastidor es sorprendentemente sencilla pero ingeniosa. Insertadas en las ranuras precortadas en las esquinas de las barras del bastidor, estas cuñas se golpean suavemente para separar un poco las barras y aumentar la tensión en el lienzo. Este método garantiza que el lienzo permanezca tenso, proporcionando una superficie lisa para pintar y preservando la integridad de la obra a lo largo del tiempo.
Un cabo suelto: qué hacer cuando una cuña se cae
No es raro que las cuñas de bastidor se caigan, especialmente durante el transporte o al manipular la obra. Si encuentras estas pequeñas piezas sueltas o en el suelo, conserva la calma. Tiene una solución sencilla.
Localiza la esquina floja: Observa de cerca las esquinas en la parte trasera del bastidor para identificar a cuál pertenece la cuña suelta.
Evalúa el daño: Revisa la ranura de la que se cayó la pieza. Si está dañada, podrías necesitar reemplazar toda la barra del bastidor.
Reinserta la cuña: Si la ranura está intacta, inserta cuidadosamente la pieza y golpéala suavemente con un pequeño martillo o mazo para ajustarla bien, asegurándote de que el lienzo quede uniformemente tenso una vez más.
Una última advertencia
Recuerda, un lienzo flojo puede causar un sinfín de problemas, desde grietas en la pintura hasta deformaciones. La próxima vez que encuentres un pequeño triángulo de madera tirado por ahí, sabrás que es más que un simple pedazo de desecho. Las cuñas de bastidor son esenciales para mantener la belleza y longevidad de tu obra de arte. Tómate un momento para revisar tus lienzos en busca de cuñas sueltas y ajústalas, para que no tengan el mismo destino que la que deseché sin saberlo hace años.
Al comprender y utilizar estas herramientas sencillas, puedes garantizar que tu lienzo se mantenga en las mejores condiciones, preservando su belleza y valor durante años. Así que dale a tus obras el cuidado que se merecen con una rápida revisión de esas importantes cuñas de bastidor.
