Alejandro Colunga
México
(1948)
Alejandro Colunga Marín es un destacado artista plástico mexicano conocido por su trabajo en pintura y escultura.
Nació el 11 de diciembre de 1948 en Guadalajara, Jalisco. A lo largo de su carrera, ha explorado diversas disciplinas y ha dejado una huella significativa en el mundo del arte.
Estudió Arquitectura, Música y Turismo entre 1968 y 1972. Aunque comenzó como autodidacta, su talento en la pintura y la escultura se desarrolló de manera impresionante. Desde 1968, ha participado en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas en Estados Unidos, México, Europa y Sudamérica. Su base principal es Guadalajara, donde desarrolla la mayoría de sus proyectos. Algunas de las exposiciones más importantes incluyen:
“Colección Femsa – una mirada continental” (2005)
Esta exposición tuvo lugar en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) en Monterrey, México. Fue una oportunidad para que el público apreciara la diversidad y la visión artística del maestro.
“Siglo XX – Grandes Maestros Mexicanos – Prodigios de fin de siglo” (2001)
Otra exposición relevante en la que participó fue esta muestra de grandes maestros mexicanos. En ella, su obra se destacó como parte de un legado artístico significativo.
Las colosales esculturas de bronce de Alejandro Colunga se han convertido en íconos urbanos en ciudades como Guadalajara, Acapulco y Cancún. Estas obras, que a menudo reciben el nombre de “magos”, se caracterizan por su estilo surrealista y lúdico, invitando a la reflexión y la interacción con el espacio público.
Entre las más emblemáticas se encuentran “Los Magos Universales” en Guadalajara, figuras humanoides que parecen flotar en el aire, y la “Rotonda del Mar” en Puerto Vallarta, donde criaturas marinas de formas fantásticas se transforman en sillas hechas de sus propias extremidades.
El término “magos” utilizado por Colunga para referirse a sus esculturas, no es solo una metáfora por su estética surrealista. El artista busca imbuirlas de un poder transformador, capaz de encantar y despertar la imaginación del espectador. De esta manera, las esculturas se convierten en mediadores entre el mundo ordinario y lo fantástico, invitando a un viaje a través de la creatividad y la imaginación.
Más allá de su valor estético, las esculturas de Colunga funcionan como puntos focales en el paisaje urbano, creando lugares de encuentro y fomentando el sentido de comunidad. Sus obras se integran al entorno de manera armónica, dialogando con la arquitectura y la vida cotidiana de las ciudades que habitan.
Las monumentales esculturas de bronce de Alejandro Colunga son un regalo para las ciudades que las albergan. Son obras que invitan a la contemplación, la reflexión y la interacción, transformando el espacio público en un escenario para la imaginación y la fantasía.
En 1994, recibió el Premio Jalisco a las Artes por su destacada contribución al mundo artístico. Alejandro Colunga es un artista versátil y visionario cuya obra sigue cautivando a quienes la contemplan. Su enfoque único y su habilidad para dar vida a la imaginación lo convierten en una figura destacada en el panorama artístico mexicano.