Del plátano más caro del mundo y cosas peores

Una banana pegada a una pared con cinta adhesiva se vendió esta semana por $5.2 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s. ¡Sí, leíste bien! Una fruta adherida a una pared con duct-tape (las cuales, según las instrucciones de exhibición encontradas en su certificado de autenticidad, se deben reemplazar cada vez que sea necesario) ahora alcanza el nivel de arte multimillonario. Pero esta no es la primera vez que el mundo del arte se sale de control. “Comedian” de Maurizio Cattelan es solo el último de una serie de ventas de arte extravagantes, desde animales conservados en formol hasta esculturas invisibles. Estas supuestas “obras maestras” dejan a los verdaderos artistas rezagados, luchando por competir contra aberraciones que, por su simple extravagancia, roban el protagonismo. Desde el urinario de Duchamp hasta los perros de globo de Koons, hemos sido testigos de un declive constante en la habilidad artística y un auge del valor de impacto. Es como si el mundo del arte estuviera intentando superarse en absurdidad cada año.

De Duchamp a Duct-Tape

El declive del talento artístico tradicional puede rastrearse hasta la infame “Fountain” de Marcel Duchamp en 1917, un mingitorio de porcelana que redefinió el arte como cualquier cosa que un artista pudiera conceptualizar. Aunque revolucionario, abrió las puertas para generaciones de artistas que priorizan el impacto sobre la habilidad. Hoy en día nos encontramos admirando plátanos en paredes, cuestionando qué fue lo que pasó con la auténtica destreza artística.

Comparaciones blasfemas: una falta de respeto al verdadero talento

Es casi blasfemo colocar estos objetos en la misma categoría que las obras de los maestros del Renacimiento o de los artistas holandeses. Pensemos en el meticuloso detalle de un Vermeer o en la precisión anatómica de un Miguel Ángel. Muchas de estas joyas históricas a menudo alcanzan precios de martillo más bajos en las subastas que los espectáculos contemporáneos que requieren un esfuerzo mínimo.

También es un insulto a la virtud y dedicación de los verdaderos artistas contemporáneos. Una verdadera bofetada para los innumerables artistas talentosos que dedican su vida a su oficio, solo para ser eclipsados por semejantes disparates. Mientras “artistas conceptuales” se embolsan millones por sus ocurrencias, los verdaderos maestros de su arte luchan por encontrar reconocimiento y apoyo.

Una generación perdida de artistas

Seamos sinceros, un plátano pegado a una pared no es arte. Es un truco publicitario. Es una burla a la tradición centenaria de la expresión artística. El mismo título “Comedian” (Comediante) sugiere que el artista lo sabe y lo está haciendo a propósito. Es lamentable que una fruta sea aceptada como una obra seria que puede obtener valores tan altos. Mientras el mundo del arte está obsesionado con la última moda, innumerables artistas talentosos están siendo ignorados y eclipsados en las principales ferias y ventas de arte. Estos artistas, que pasan años perfeccionando su oficio, a menudo pasan desapercibidos porque el foco está en piezas escandalosas como las de Cattelan, Damien Hirst o Salvatore Garau. Los coleccionistas se distraen con la próxima “obra conceptual”, dejando al talento genuino luchando por migajas de atención.

Un rayo de esperanza

Mientras el mundo del arte glorifica estas absurdidades, tenemos la oportunidad de descubrir y adquirir increíbles obras de artistas verdaderamente talentosos a precios sorprendentemente accesibles. Con tanto enfoque en lo extravagante, a menudo podemos encontrar joyas ocultas que están subvaloradas y pasadas por alto. En un mar de arte deshonesto, aprovechemos la oportunidad de curar colecciones que celebren la verdadera maestría. Estas auténticas gemas brillarán mucho después de que sus infames contrapartes queden expuestas por lo que realmente son… un truco de relaciones públicas. Así que aprovechemos esta oportunidad para construir nuestras colecciones con obras de verdadero mérito artístico.

¡Feliz búsqueda, y que tu colección esté llena del brillo del verdadero talento!