Reversos: Descubriendo el Lado Escondido del Arte

El Museo del Prado es uno de los más importantes del mundo, y cuenta con una colección entre los que destacan las obras de Velázquez, el Greco, Goya, Tiziano, Rubens y el Bosco, entre otros. Además de su impresionante acervo, el Prado ofrece exposiciones temporales que enriquecen la experiencia cultural para sus visitantes. Estas exhibiciones, cuidadosamente curadas, proporcionan una mirada fresca y dinámica a la diversidad artística, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar nuevas perspectivas junto con los tesoros clásicos de la colección permanente.

Inspirada en la famosa obra de Velázquez, Las Meninas, “Reversos” la nueva exhibición temporal del Museo del Prado invita a los visitantes a dar la vuelta a la experiencia artística y explorar los reversos y marcos de las obras, revelando historias, secretos y viajes ocultos. La exposición te invita a mirar más allá de la superficie pictórica y a apreciar las pinturas como objetos tridimensionales que tienen su propia historia. En lugar de ser recibidos por la majestuosidad de Las Meninas al ingresar, los visitantes se encuentran con una recreación austera y a tamaño real del reverso de la pintura. También podrás descubrir los mensajes, sellos y bocetos que decoran las partes traseras de algunas pinturas, y que revelan su origen, su procedencia o su destino.

La muestra, curada por Miguel Ángel Blanco, reúne 105 piezas de la colección del Prado y de 29 museos internacionales, sumergiendo a los espectadores en una atmósfera de misterio y revelación en salas pintadas de negro. Miguel Falomir, director del Prado, señala que la exposición nos recuerda que el arte, especialmente la pintura, no se limita a la imagen en sí misma. “Cuando vemos una obra y su reverso, es como estar frente a un descubrimiento arqueológico donde cada capa tiene su propia historia que contarnos”, comenta.

En la exposición destaca el San Jerónimo penitente de José de Ribera, que tiene una inscripción en hebreo que revela su origen sefardí, así como el Retrato de filósofo de Salomon Koninck, que contiene un recorte de prensa de una esquela y otros signos por la parte posterior, que demuestran que formó parte de una colección que fue robada a su dueño judío por los nazis.

La exposición se divide en 10 secciones, que abordan diferentes aspectos del reverso, como el bastidor, las pinturas a doble cara, el lado oculto, la información al reverso, los pliegues, cortes y recortes, el espectador de espaldas o los ornamentos y fantasmas. Cada una de ellas nos ofrece una visión diferente y sorprendente de las obras de arte, que nos hacen reflexionar sobre su materialidad, su historia y su sentido.

Reversos es una invitación a explorar una dimensión desconocida y fascinante del arte, que nos hace partícipes de un privilegio reservado a los artistas, los restauradores y los investigadores. Es una experiencia que nos acerca más a las obras y a sus creadores, y que nos permite disfrutar de ellas como objetos completos y no solo como imágenes. Blanco destaca la impactante exhibición de la “Monja Arrodillada” de Martin van Meytens, que muestra una imagen devota en el frente y revela, en el reverso, una imagen erótica que perteneció al embajador sueco en París.