La edición #97 de los Oscars está sirviendo algunas nominaciones que, francamente, no deberían estar ahí, y Emilia Pérez, una película tan mala que hace que Cats (2019) parezca Casablanca, es su aperitivo de mal gusto. Pero antes de que te conviertas en un hater del cine y empieces a ahogar tus penas en tutoriales de arte en TikTok, te tengo una alternativa que está mejor que la respuesta mexicana a la repugnante oferta de Jacques Audiard, Johanne Sacreblu. Dos pelis sobre arte, codicia y el caos del mundo de las galerías—Mi Obra Maestra (2018) y Goodrich (2024)—están escondidas a plena vista y son justamente lo que los Oscars desearían tener el valor de nominar.
Mi obra maestra: La comedia de humor negro acerca de la relación amor-odio entre artistas y marchantes
Mi obra maestra es una sátira argentina que dibuja un retrato ingenioso y provocador sobre la amistad y la integridad artística. La historia gira en torno a Arturo, un marchante de arte elegante pero sin escrúpulos, y su amigo de toda la vida Renzo, un pintor talentoso pero en decadencia que se rehúsa a cambiar con los tiempos. Cuando el mercado del arte le da la espalda a Renzo, el destino y la suerte se confabulan para darle la vuelta a sus trayectorias en el mundo artístico. Sin spoilers, pero te adelanto que mezcla humor negro con giros inesperados que te van a enganchar.
Por qué te va a encantar:
- La química: La dinámica amor-odio entre el dúo artista-marchante es tóxica pero, de algún modo, súper identificable.
- La burla al capitalismo del arte: Es una crítica brutal a cómo las galerías transforman la tragedia en ganancia (descansen en paz, artistas hambrientos).
- El humor: Esta película tiene un balance perfecto entre drama, suspenso y humor que puede mantenerte entretenido por horas.
Goodrich: Un viaje profundo por la vida de un dueño de galería en tiempos difíciles
Goodrich se adentra en la caótica vida de Andy Goodrich, un reconocido dueño de una galería boutique que enfrenta turbulencias tanto personales como profesionales. Mientras lidia con un divorcio difícil y se reconecta con sus hijos pequeños y adultos de dos matrimonios, Andy lucha por mantener su reputación en la complicada industria del arte. La película ofrece una mirada íntima de cómo los problemas personales pueden generar obstáculos en el ámbito profesional, sobre todo en un mundo donde la imagen lo es todo.
Por qué es genial:
- La actuación: Michael Keaton nos regala una de sus interpretaciones más conmovedoras desde My Life. La guionista y directora Hallie Meyers-Shyer escribió el papel especialmente para él, hasta el punto de decir que, si Keaton hubiera dicho que no, habría enterrado al guión y a mí misma en el patio.
- Una mirada auténtica al mundo del arte: La peli retrata de forma genuina la confianza, las tensiones y las dependencias mutuas que definen la relación entre artistas y directores de galerías, revelando esas dinámicas que suelen quedar en la sombra.
- Narrativa emocional y cercana: Aborda temas de confianza, identidad y la complejidad de las relaciones humanas, conectando con un público amplio.
Artistas vs. Galerías: Una historia de amor (¿o de rehenes?)
Las galerías necesitan artistas para mantenerse en la vanguardia; y los artistas, bueno, necesitan a las galerías para poder comer. Ambos films descifran ese tango codependiente entre creadores y promotores con una exploración sincera de la frágil confianza entre ellos. Desenmascaran un mundo que suele ser glamurizado, exponiendo las relaciones crudas, desordenadas y profundamente humanas que impulsan la creatividad. No se trata solo de exhibir arte, sino de entender ese vínculo simbiótico que puede hacer o romper carreras. La dependencia mutua, las tensiones tácitas y la delicada danza de egos se capturan con una autenticidad y gracia que te dejan pensando.
Estas historias nos recuerdan que, detrás de cada obra maestra en una galería, se esconde una compleja red de relaciones. La confianza no es solo un tema, es la columna vertebral del mundo del arte que nos muestran estas películas. Los artistas vierten su alma en sus obras, confiando en que los directores de galerías honren y potencien sus visiones, mientras que estos últimos apuestan su reputación a favor de sus artistas. Es una asociación de alto riesgo tan emocionante como cualquier escena de acción de una superproducción.
And the Oscar goes to…
Seamos realistas: es probable que Emilia Pérez haya sido nominada gracias al obvio y descarado OSCAR bait sobre el que está construida. Mientras tanto, My Masterpiece y Goodrich ofrecen sátira, suspenso y críticas inteligentes del mundo del arte, siendo al mismo tiempo entretenidas y provocadoras. Entonces, ¿por qué estas historias tan potentes están ausentes del foco de los Oscars? Quizás a la Academia le sea más cómodo aplaudir fórmulas conocidas que enfrentarse a las complejas realidades que estas películas presentan. Pero justamente por eso, no puedes dejar de verlas.
Encuentra tu Obra Maestra en 32 Reales
Related Products
-
3 Dioses Taoístas Lu Prosperidad Shou Longevidad Fu Felicidad Dibujo Chino
-
Akar Escamilla Mixta en Tela Mundo Contemporáneo 2023
-
Alfredo Ramos Martínez Pastel Flores Mexicanas c 1920
-
Alfredo Zalce Pintura al Oleo El Hamaquero 1949 COA