Jorge Elizondo
Monterrey, Nuevo León, México
(1953 – 2023)
Jorge Elizondo, reconocido escultor mexicano contemporáneo, nació el 15 de octubre de 1953 en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Su interés por el arte se despertó desde temprana edad, y a los 14 años comenzó a recibir clases de dibujo y pintura en el taller de Alberto Fuster.
En 1970, ingresó a la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde estudió escultura con maestros destacados como Marta Palau, Alfonso Sosa, Rolando Paniagua y Vicente Rojo. Durante su formación, también se especializó en técnicas como la fundición en bronce y el trabajo en hierro.
En la década de 1980, Jorge Elizondo comenzó a exhibir su obra en exposiciones individuales y colectivas en México y en el extranjero. Sus esculturas se caracterizan por explorar la relación entre el espacio, la forma y la materia, creando composiciones abstractas y orgánicas que transmiten una sensación de movimiento y dinamismo.
A lo largo de su carrera, ha recibido diversos reconocimientos y premios por su trabajo artístico. En 1997, obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Escultura Fundación Sebastián, en la categoría de escultura urbana. Además, ha participado en simposios de escultura y ha realizado diversas obras públicas en México, como la escultura “Rumbo al cielo” ubicada en Ciudad Universitaria de la UANL.
Jorge Elizondo también ha destacado como docente, impartiendo clases de escultura en la Escuela Adolfo Prieto de la UANL y en la Escuela Adolfo Best Maugard de Monterrey.
Su trabajo ha sido expuesto en reconocidas galerías y museos, tanto a nivel nacional como internacional, y forma parte de colecciones privadas y públicas en México, Estados Unidos, Europa y América Latina.
El maestro murió el 11 de Agosto de 2023. A lo largo de su trayectoria, Jorge Elizondo dejó un legado artístico significativo, consolidándose como uno de los escultores contemporáneos más importantes de México. Su obra continúa inspirando y cautivando a los espectadores, y su contribución al arte trasciende fronteras y generaciones.
